"Los managers que obligan a los trabajadores a volver a la oficina lo hacen para tapar su propia incompetencia".
(Fuente: El Blog Salmón - Javier Ruiz)Como señala el experto en productividad Dr. Gleb Tsipursky, en su cuenta de LinkedIn, es probable que estas decisiones no se correspondan con los resultados financieros, o con los puntos débiles que tocaría trabajar.
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-"En realidad, hoy día, existe una enorme evidencia que demuestra exactamente lo contrario: el trabajo flexible no solo aumenta la productividad, sino que también mejora la satisfacción y el compromiso de los empleados, además de ahorro en costos operativos y rotación de personal (suelen irse los mejores)."
Tsipursky afirma que tenía curiosidad ante esta misma paradoja (entre los beneficios de una mayor flexibilidad y la crítica feroz al trabajo híbrido), que ha resuelto, parcialmente, el profesor Mark Ma de University of Pittsburgh
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El estudio de Ma (Return to Office Mandates and Brain Drain) conecta las políticas de retorno a la oficina, con la fuga de cerebros en las empresas, pero también ha rastreado que estas decisiones no suelen estar motivadas por beneficios tangibles, sino por dinámicas de control de la gerencia y búsqueda de culpables ante un bajo desempeño financiero.
Para todo ello, se han rastreado 3 millones de perfiles laborales de trabajadores de finanzas y tecnología en LinkedIn, así como el efecto de volver a la oficina de las empresas del S&P 500, que rastrea el rendimiento de las 500 empresas estadounidenses más grandes que cotizan en bolsa.
-"No hay evidencias que vinculen esta vuelta a la oficina con una mejora de los resultados financieros. El propio estudio sugiere que algunos directivos utilizan el retorno a la oficina como una táctica para desviar la atención de los problemas internos, como errores estratégicos o decisiones ineficientes (incluso por parte de la gerencia)."
-"En cambio, sí se han encontrado correlaciones entre empresas con rendimientos menores y políticas de RTO." Ma y su equipo consideran que esto puede ser una reacción ante la presión a los trabajadores, en especial, en entornos con estilos de liderazgo autoritarios.
-"En cierto modo, volver a la oficina permite a este tipo de directivos recuperar poder y supervisión directa sobre los empleados, algo que se había reducido con el trabajo remoto. Y cabe preguntarse: ¿es una cuestión de productividad o de lucha de poderes? El estudio se decanta por la segunda opción."
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