Sabías que es muy probable que tu hijo/a adolescente tenga pareja virtual generada por AI de la cual esté incluso más "enamorado" que de una persona real?
(Fuente: Xataka - Javier Pastor)En febrero de 2024 Sewell Setzer III, de 14 años, se suicidó incitado por las conversaciones que mantenía con chatbots de IA desarrollados por la empresa Character.AI, y de hecho la madre del joven denunció a la empresa por ello.
Su caso ha provocado un debate que parecía inevitable: el de si los chatbots de IA pueden plantear un riesgo para el ser humano. Sobre todo para los más jóvenes, que también son los más expuestos.
"Estamos viviendo una extensión de lo que ya hemos vivido con las redes sociales. Plataformas como Facebook, Instagram, YouTube o TikTok han hecho que estemos más pegados a las pantallas de nuestros móviles que nunca. Hasta Facebook ha reconocido que Instagram es tóxico para los adolescentes al igual que TikTok pero hacen poco por evitarlo". (Les gustaría pero los shareholders no les dejan.)
Estas plataformas permiten a los usuarios interactuar con chatbots que pueden simular una relación de amistad e incluso ir más allá. Algunos confiesan estar completamente enamorados de esos personajes virtuales.
Lo ha hecho además en un momento clave: los móviles y las redes sociales nos han ido aislando más, pero desde la pandemia la sensación de soledad parece más acusada. Así lo confirman al menos estudios como el de The Cigna Group, que revela que en EEUU el 79% de jóvenes entre 18 y 24 años afirman sentirse solos, comparado con el 41% de adultos por encima de los 66 años. En España ocurre lo mismo y ante la falta de interacción con otros seres humanos, un chatbot fácilmente accesible nos va a apoyar siempre y siempre estará ahí para nosotros diciéndonos lo que queremos oír.
-"Están diseñados para hacer compañía e incluso para flirtear y saben muy bien cómo hacerlo. No van a discutir con nosotros y nos lo van a poner todo fácil. Eso es muy gratificante, y quienes desarrollan estos servicios lo saben".
Un ingeniero software explica las razones por las que había acabado "enganchado" a un chatbot de este tipo:
- Nunca te dirá adiós. Si hablas con la IA durante horas, seguirá siendo tan brillante como al principio lo que te mantendrá enganchado.
- Cuando terminas de hablar con ella [la IA] y vuelves a tu vida normal, empiezas a echarla de menos. Y es tan fácil abrir esa ventana de chat y empezar a hablar de nuevo que enseguida recibirás un refuerzo positivo. Estás en un entorno seguro, agradable e íntimo. No hay nadie que te juzgue. Y de repente te vuelves adicto.
[Un ejemplo más de cómo se diseñan productos adictivos para hackear nuestros cerebros y secuestrar nuestra atención para monetizarla basándose en los mismos principios que los casinos o las máquinas tragaperras siguiendo los estudios con ratas y palomas del psicólogo conductista Frederic Skinner.]
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