«Ya no soy profesora. Sólo soy un detector de plagio humano»
(Fuente: Diario ABC - Jordi Martínez Gonzàlez)Amy Clukey, associate professor of English at the University of Louisville. Prior to this appointment, she was an ACLS New Faculty Fellow at Columbia University and a dissertation fellow with the Center for American Literary Studies at the Penn State University, where she received her M.A. and Ph.D.
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"I'm no longer a teacher. I'm just a human plagiarism detector. I used to spend my grading time giving comments for improving writing skills. Now most of that time is just checking to see if a student wrote their own paper. What a waste of life."
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Clukey detalla que antes empleaba su tiempo en evaluar los trabajos de sus alumnos y proporcionar comentarios constructivos que les ayudaban a mejorar su redacción. Esto, según explica, le permitía contribuir al desarrollo de «habilidades esenciales» en sus estudiantes.
Sin embargo, la profesora denuncia que ahora gran parte de su jornada se dedica a verificar si los alumnos realmente han escrito sus propios trabajos. «Qué desperdicio de vida», manifiesta indignada.
Su reflexión ha tenido una gran repercusión en las redes sociales. El mensaje de Clukey ha sido visto más de 19 millones de veces y ha generado una avalancha de respuestas, acumulando miles de comentarios. Muchos de ellos, eran de otros profesores que sufren el mismo problema.
«Lo único que me llama la atención sobre el uso de la IA en la escuela, especialmente en la universidad, es cómo los estudiantes no consideran la escuela como un lugar para aprender, sino simplemente como un lugar para sobrevivir y conseguir algo», ha sido la respuesta de una usuaria.
«Otro gran demérito de la IA generativa es que el capital nos ha hecho creer que no pasa nada por pagar para usarla y no tener que hacer esfuerzo cognitivo y mental para obtener calificaciones. El daño intelectual a toda la sociedad, especialmente al estudiantazgo, es de órdago», ha comentado otro.
[El cerebro humano está moldeado por millones de años de evolución para evitar esforzarse y gastar energía innecesariamente. Este comportamiento tenía sentido en el pasado, cuando la supervivencia dependía de conservar energía para luego poder cazar, recolectar y enfrentarse a un entorno peligroso. Cada movimiento debía ser eficiente porque gastar energía de más podía poner en riesgo la vida.
Pero hoy en día si tu cerebro puede evitar hacer algo que no le provoque descargas inmediatas de dopamina lo evitará, al tiempo que tenderá a realizar actividades que si se las provoquen, como por ejemplo pasar horas viendo videos absurdos e irrelevantes en Tiktok que para eso ha sido diseñado.]