Figure ya emplea su robot más avanzado en una fábrica de BMW Group y además habla como un humano.
(Fuente: Xataka - Javier Marquez)https://lnkd.in/d65yeAVK
"Estamos frente a un autómata que mantiene su altura original, 142 cm, pero tiene un peso mayor: 70 kg en lugar de 60 kg. No hay cambios a nivel de la carga útil que puede manejar. Esta sigue siendo de 20 kg. Tampoco hay novedades en lo relacionado a la autonomía. Figure 02 puede trabajar hasta cinco horas con una carga."
"La velocidad de 1,2 metros por segundo, cifra idéntica a la que ya conocíamos. Entonces, ¿qué cambia en el robot? Como podemos ver en el video, la principal novedad está en el diseño. Las líneas de autómata son mucho más estéticas. No hay cables o mecanismos delicados expuestos, lo que ofrece ciertas ventajas."
"Figure AI imagina un futuro donde los robots humanoides se contarán por millones. Estos se integrarán en la fuerza laboral ocupando los puestos vacantes dejados por los humanos y trabajando junto a nosotros. Para ello, Figure 02 incorpora un sistema integrado que utiliza modelos de IA para entender lo que los humanos dicen, “razonar” y responder con una voz sintética."
* Se automatizan estos trabajos en empresas como BMW por el incentivo de eliminar costes salariales, que es el mismo incentivo que provocó que comenzara la primera revolución industrial en UK y no en cualquier otro país del mundo dado que era donde los salarios eran más altos.
Donde no reemplazarán estos robots a la mano de obra humana es en aquellos países donde apenas están garantizados los derechos humanos y mucho menos los laborales. Como han establecido sobradamente estudios publicados por el Massachusetts Institute of Technology, un trabajo sólo se automatiza cuando el coste de la mano de obra es superior al coste de automatizar dicho puesto, por tanto mientras haya países donde no estén garantizados dichos derechos se mantendrá el trabajo esclavo y la explotación infantil, que es el modelo laboral habitual que ha existido durante toda la historia de la humanidad, y es el que existiría en occidente si dejáramos que actuara "la magia del mercado" en lugar de luchar por garantizar la calidad democrática de las instituciones para establecer marcos regulatorios que garanticen "prosperidad compartida", tal como explica el catedrático de economía del MIT Daron Acemoglu en su último libro "Poder y progreso".
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