El Nobel de Economía, Daron Acemoglu, pensaba que la IA, había llegado para mejorar la vida de todos. Sin embargo, tras estudiar las consecuencias de otros avances tecnológicos a lo largo de la historia, ha llegado a la conclusión de que puede acabar perjudicando a una gran parte de la sociedad.
(Fuente: Business Insider - Aki Ito)En su libro "Poder y progreso", muestra una serie de grandes inventos a lo largo de los últimos 1.000 años que, contrariamente a lo que nos han contado, no mejoraron en nada, y a veces incluso empeoraron la vida de la mayoría de la gente. Y en los periodos en los que los grandes avances tecnológicos sí condujeron a una prosperidad generalizada fue solo porque las élites gobernantes se vieron obligadas a compartir los beneficios de la innovación.
-"Fue la lucha por la tecnología, y no la tecnología en sí misma, lo que acabó beneficiando a la sociedad en general. La prosperidad del pasado no es el resultado de ninguna ganancia automática y garantizada del progreso tecnológico. Somos beneficiarios del progreso porque nuestros predecesores lucharon para que el progreso funcionara para la mayoría de la población".
-"Ahora veo las mismas señales de alarma que en el pasado acabaron favoreciendo a unos pocos en detrimento de la mayoría: El poder concentrado en manos de un puñado de gigantes tecnológicos. Tecnólogos, CEOs e investigadores centrados en sustituir a los humanos en lugar de potenciarlos. Obsesión por la vigilancia de los empleados. Baja sindicalización sin precedentes. Democracias debilitadas."
"Es muy probable que, si no corregimos el rumbo, vivamos en una sociedad de dos niveles. Por un lado un pequeño número de personas van a estar en la cima y un número muy grande de personas se dedicará solo a trabajos marginales donde los salarios serán cada vez más bajos y habrán pérdido definitivamente su papel tradicional de distribuir la riqueza generada en una sociedad."
"La automatización roba tareas a los humanos y crea otras nuevas. Por tanto la situación de los trabajadores depende del equilibrio entre estas dos fuerzas". En un trabajo empírico demostró que eso era exactamente lo que había ocurrido. Durante las cuatro décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, los dos tipos de tareas se equilibraron mutuamente. Pero en las tres décadas siguientes, las tareas robadas superaron a las nuevas por un amplio margen. Por ejemplo desde 1990, la introducción de cada robot ha reducido el empleo en aproximadamente 6 personas, al tiempo que disminuían los salarios."
[¿Al introducir una nueva tecnología, tras un periodo de ajuste, se generan automáticamente nuevos trabajos que sustituyen a los antiguos generando un virtuoso proceso de "destrucción creativa" que favorece a todas las clases sociales? Parece ser que no, y en cualquier caso como dijo Keynes, "En el largo plazo, todos estaremos muertos”. Por tanto hay que actuar aquí y ahora.]
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