Soy
licenciado universitario (de hecho poseo una doble licenciatura en matemáticas
e informática) y he cursado un par de másters, en finanzas y marketing, por no hablar de las docenas de seminarios
temáticos a los que he asistido, talleres de reciclaje y cursos de
perfeccionamiento de diversas materias, hablo fluidamente en inglés y tengo
nociones de chino (aprendidas hace años cuando nos hicieron creer que seria la
lengua del futuro hasta que me di cuenta que si no pasas varios años en China
eres incapaz de hablar con un mínimo de soltura). No hace falta decir que domino la mayoría de
programas de informática de gestión y software de empresa.
He
perdido la cuenta de todos los CV que he enviado a ‘puerta fría’ haciendo mailings masivos
a direcciones de correo electrónico de las páginas webs de mis empresa objetivo
(¿sirven de algo estas direcciones? ¿Hay alguien al otro lado o simplemente es
un elemento decorativo que se incluye por defecto cuando el programador crea el
diseño de la web?)
He
conseguido listados de las principales consultoras de rrhh y les he enviado mi
CV para que me incluyan en sus bases de datos. Algunas me han llamado para
entrevistarme pero posteriormente no llego a la entrevista con la empresa
cliente y si eso sucede es para puestos muy inferiores a los que por mi preparación podría
desempeñar.
He
leído docenas de webs donde expertos en la materia aconsejan vía ‘tips’ como
triunfar en las entrevistas de trabajo, como vestirme, qué colonia ponerme, en
qué postura sentarme, como estrechar la mano al entrevistador (no es broma, he
recopilado hasta cinco variedades: ‘con firmeza’, ‘sosteniendo la mano del otro
con ambas manos’, ‘mano floja’, ‘tendiendo los dedos hacia otra persona’ y ‘aplastando’.
Ni que decir tiene que debemos usar el estilo ‘con firmeza + mirándole a los
ojos’ con esto demostramos seguridad en nosotros mismos, dotes de
liderazgo, determinación, proactividad y no sé cuantas cosas más.
Me
he aprendido de memoria todas las respuestas habituales que suelen hacer. ¿Cómo
te describirías?, ¿Cuáles son tus fortalezas y tus debilidades?, ¿Por qué te quieres cambiar de trabajo?
¿Dónde te ves dentro de 5 años? (en este punto concreto no tienes que ser especialmente
sincero y hay evitar decir cosas como, ‘ocupando tu puesto’, ’con negocio
propio’, ‘en cualquier otra empresa’ etc.)
He
buscado inspiración sobre como diferenciar mi CV del resto de miles de que
llegan cada día a la mesa de un seleccionador (Poned en Google, ‘currículos
originales’), porque eso de copiar y pegar de cualquier web que, ‘soy
trabajador, proactivo, dinámico y estoy acostumbrado a trabajar bajo presión y
en entornos multiculturales, bla bla bla creo que ya está muy manido.
Hay webs que aconsejan presentar el CV como
una infografía, otras serigrafiarlo en una camiseta, otras añadiéndole un micro
chip musical como en esas postales de Navidad que al abrirlo salga mi voz explicando
mis estudios y experiencia laboral. (Sirven para algo si no te presentas a puestos de diseñador gráfico o creativo publicitario?)
He
ido incluso al metro con un ukulele y falda hawaiana a cantar mi CV cual
trovador moderno con la esperanza que algún usuario me grabara con su móvil,
subiera el vídeo a youtube, se hiciera viral y saliera en todas las ediciones
digitales de los periódicos y en las televisiones, en esa miscelánea sección de
‘cosas curiosas’ que tienen todas las cadenas, entre la historia del niño chino
que se queda atrapado en un tubería y la del bebé que pone caras graciosas
cuando le dan a comer aguacate. Pero ni por esas me ha llamado un head hunter
atraído por mi super originalidad y forma de diferenciarme de la masa.
He
pedido un buen trabajo al Universo porque es sobradamente conocido que, ‘Cuando
deseas algo todo el Universo conspira para que lo consigas’ y sino que
le pregunten a Paulo Coelho cuántos libros ha vendido a todos los desesperados
que esperan que esas bolas de hidrógeno y helio que alcanzan temperaturas de
millones de grados y que vulgarmente se conocen por el nombre de estrellas,
tengan tiempo libre entre cada emisión de radiación electromagnética para
‘escuchar’ tus peticiones y ponerse de acuerdo con el resto de quásares,
cometas, meteoritos, agujeros negros y resto de cuerpos celestes para conspirar
y lograr que consigas lo que deseas.
Me he comprado incluso el libro de Rhonda Byrne (El Secreto) porque según dice la propia
autora, Sócrates, Platón, Shakespeare, Newton, Beethoven, Da Vinci, Goethe y
otros pensadores, artistas y grandes líderes llegaron a ser quienes fueron
gracias a ese conocimiento “secreto”. Conclusión:
si no tienes un buen trabajo, fama o lo que sea que ansíes es por una única
razón: ‘porque estás bloqueando su
llegada con pensamientos poco positivos”.
Si teneis alguna duda leed lo que dice en la página 46
(‘Recuerda que tus pensamientos son la
causa primera de todas las cosas. Cuando mantienes un pensamiento durante un
tiempo, éste se transmite al Universo. Ese pensamiento se adhiere magnéticamente a la frecuencia de lo semejante y en
cuestión de segundos te devuelve la lectura de esa frecuencia a través de tus
sentimientos. La próxima vez que te sientas mal o tengas una emoción negativa,
escucha la señal que estás recibiendo del Universo. En ese momento estás
bloqueando la llegada de tu propio bien porque estás en una frecuencia
negativa.’) De hecho si miráis su
video en youtube veréis como si sois los suficientemente positivos comienza a
aparecer dinero y más dinero en vuestro buzón con el remitente 'de tu amigo y
vecino, el Universo’.
He
sido positivo, super positivo, hiper-mega-positivo, porque como dicen los
apóstoles y gurús del
buenrrollismo-flower-power-new-age, si eres positivo, si te esfuerzas lo
suficiente, si visualizas el futuro de forma optimista, serás capaz de
conseguir lo que te propongas, ya que las crisis albergan grandes
oportunidades.
Me
he registrado en Linkedin porque resulta que el 80% de los mejores puestos de
trabajo no se publican nunca, están ocultos y la única manera de acceder a
dichos puestos es a través del networking, en este caso digital, así
que me pongo manos a obra añadiendo como contactos a empleados que trabajan en
mis empresas objetivo, además me compro libros sobre como triunfar en esta red
social, asisto a conferencias y cursos sobre reputación digital y personal
branding para ser un ‘hombre marca’ que independientemente de su puesto de
trabajo lleve consigo su impronta indeleble de profesional 2.0, pero empiezo a
sospechar que al igual que pasaba en la época de la fiebre del oro en
California hay más vendedores de picos y palas haciendo negocio y vendiendo
cursos de esos que empiezan por ‘como conseguir ….’ que ofertas de empleo para
buscadores de oro.
¿Qué
está haciendo mal nuestro ‘job-seeker’? ¿Por qué tras todo esta ingente tarea
de prospección del mercado laboral no encuentra un trabajo adecuado a su
formación académica donde pueda desarrollar su gran potencial y cuando le surge
algún empleo es algo temporal y rutinario donde no hace falta ni la decima
parte de los estudios en los que tanto dinero y esfuerzos ha gastado?
Lauren A. Rivera, profesora adjunta de gestión de empresas
en la prestigiosa
Kellogg School of Management de la Northwestern University aporta un poco de luz a este enigma a través
de su recién publicado libro (mayo de 2015), ‘Pedigree: How Elite Students Get Elite Jobs’
La
profesora Lauren ha dedicado una década a estudiar los sistemas de
reclutamiento que utilizan las más importantes empresas norteamericanas, los
bancos de inversión más elitistas, las consultoras más exigentes y los despachos
de abogados más prestigiosos, lo que popularmente se conoce como la Santísima
Trinidad de los trabajos de traje y corbata.
El libro, escrito en clave estadounidense, parte de la
premisa que a los estudiantes y trabajadores se nos enseña a creer que el
acceso a puestos importantes y la posibilidad de ascender laboralmente está al
alcance de cualquiera que tenga un buen currículo y esté dispuesto a trabajar
duro, sin importar su condición social, sin embargo, la realidad demuestra que
aquellos que proceden de familias pudientes son los que consiguen los mejores
puestos de trabajo. Lauren A. Rivera se mete en las cocinas donde se diseñan
los procesos de reclutamiento de las citadas empresas para revelar la verdad
acerca de quién es realmente contratado, para qué puestos de trabajo, qué tipo
de juniors consiguen los mejores empleos en su debut en el mercado laboral, cuáles
no, y por qué.
Basándose
en decenas de entrevistas en profundidad nos muestra que las formas en que los reclutadores
definen y evalúan los méritos están fuertemente sesgadas a favor de los candidatos
que proceden de entornos económicamente
privilegiados. Revela como los 'decision
makers' tienen ideas sesgadas, que
están profundamente arraigadas en la clase social, acerca de qué es el talento,
cuales son las mejores señales para detectarlo,
quienes las muestran y quiénes no.
Pero llegar, por parte de un candidato, a mostrar las señales que los
empresarios de élite buscan en su proceso de contratación, implica una muy
considerable inversión previa en recursos económicos, sociales y culturales por
parte de los candidatos y sus padres.
De
esta forma se desmonta la creencia de que el acceso a estudios universitarios
por parte de las clases trabajadoras es un nivelador entre familias humildes y
familias adineradas y que una vez finalizados los estudios podrían acceder al mercado
laboral en igualdad de condiciones. Roto el mito, Lauren demuestra estadísticamente
como el estatus social juega un papel importante en la determinación de quién consigue
llegar a la parte superior de la escala económica.
Extrapolando
los resultados de este libro podemos hacer un ejercicio de trasposición para
estudiar cómo funcionan los círculos de networking.
El
hecho de que gracias a las redes sociales podamos acceder de forma instantánea
a comunicarnos con cualquier empleado de cualquier empresa en cualquier parte
del mundo nos hace pensar que hemos saltado astutamente la criba que llevan a
cabo los seleccionadores y que hemos podido dejar nuestro CV encima de la mesa
del directivo o gerente de turno que tiene que decidir a quien contratar una
vez le han pasado la terna de candidatos, (al igual que haría el padre bien
conectado de una familia pudiente con el CV de su hijo).
La
realidad es que la mayoría de usuarios de Linkedin en busca de empleo se
comportan ingenuamente igual que lo harían fuera de dicha red social. Buscan
empleados o directivos de sus empresas objetivo y les envían mails a 'puerta
fría' explicándoles lo motivados que están para trabajar en su empresa.
Simplemente implementan en redes sociales profesionales la misma estrategia que
habían llevado a cabo cuando no contaban con ellas.
Mientras
que la realidad de las prácticas de networking, por analogía con el estudio de
la profesora Lauren A. Rivera, nos indica que se comportan como yo llamo "Círculos Piramidales No Comunicantes de
Networking"
Círculos Piramidales No Comunicantes de Networking
(Ese diseño es completamente mío. No lo he desarrollado tras llevar a cabo un largo estudio académico ni he pasado 10 años realizando entrevistas en profundidad, es más bien el resultado de una epifanía como la que tuvo el Doctor Emmet Brown cuando resbaló en el baño golpeándose en la cabeza y teniendo la visión del condensador de fluzo que hace posibles los viajes en el tiempo. Eso nos pasa a los que no hemos estudiado en Princeton)
No
nos engañemos, por un lado tener una potente reputación digital y una elaborada
red de contactos profesionales es un trabajo costoso que implica muchas horas
de dedicación y que suele comenzar a funcionar al cabo de unos 5 años, por otro
lado el círculo de networking al que
cada persona tiene acceso está previamente determinado en función de su clase
social, tipo de colegio, instituto y universidad donde haya cursado estudios, nivel
económico y contactos profesionales de sus padres.
(Como
anécdota decir que recién licenciado, en mi caso en económicas, intenté enviar
mi CV a una famosa consultora
internacional a través de su web, pero al llegar al apartado para indicar la
universidad donde había cursado estudios resultó que no había un campo de texto
sino un desplegable donde sólo podías elegir una de las que constaban en la
lista, Harvard, Yale, Princenton...
básicamente las de la Ivy League junto con Oxford y Cambridge y alguna privada
más europea. La Autónoma de Barcelona no estaba, no fuera el caso que se les
colara algún mindungui sin pedigrí).
Pero
no sólo Lauren A. Rivera nos descubre los misterios de los procesos de
selección elitista, ya en 2013 el periodista Matt O'Brien escribía para el Washington Post un artículo titulado: 'Poor kids who do everything right don’t do better than rich kids who do everything wrong'. Demostrando a través de diversos estudios que no importa las
buenas notas que obtengan los niños de familias modestas, siempre serán
superados laboralmente y en términos de salarios por niños de familias
pudientes aunque académicamente sean un desastre.
Si
nos trasladamos a nuestra concreta realidad española la cosa no varía.
- Xavier Martínez-Celorrio, artículo en el periódico
digital, diario.es (diciembre de
2013) 'La geografía del clasismo en España'.
- Cesar Coca, artículo en el periódico digital, hoy.es (Mayo de 2013) 'El origen familiar es todavía una gran barrera a la movilidad social en España'
Así
pues, volviendo a nuestro 'job-seeker', vemos que está atrapado en uno de los
círculos de networking que conforman la base de la pirámide, y tal como se
encuentra aislado del resto de círculos por un potente campo de fuerza
reforzado por malla de acero no tiene perspectiva para ver los que tiene por
encima y menos para localizar puertos de salida para acceder a niveles
superiores.
Alguien
podría decir que por ejemplo empresarios de éxito como Richard Branson, Steve Jobs, Bill Gates o Amancio
Ortega no venían de familias
especialmente acomodadas incluso algún exitoso empresario pasó hambre en su
infancia, o seguro que algún lector tiene un conocido que siendo de origen humilde ha conseguido llegar a un puesto directivo, pero esos no dejan de
ser casos aislados entre los millones de job-seekers.
Mucho me temo que es estadísticamente más
probable que te toque la lotería que encontrar una tasa significativa de
candidatos de origen humilde que hayan alcanzado puestos directivos y altos
niveles salariales.
A fin de cuentas cualquiera de nuestras
abuelas podría decirnos que 'quien tiene padrino se bautiza' sin haber asistido
ni a Yale ni a Harward ni a Princeton.
No hay comentarios:
Publicar un comentario