Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día llegaron al reino unos impostores que se hacían pasar por tejedores y se presentaron delante del emperador diciendo que eran capaces de tejer la tela más extraordinaria del mundo. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna sino que los pícaros hacían ver que trabajaban en la ropa, pero estos se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin.
Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidentemente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino.
Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile, sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla.
Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:
«¡Pero si va desnudo!»
La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo oyó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile.
El traje nuevo del emperador
Hans Christian Andersen - Publicado en 1837
Ocurre con los juicios de carácter social que se realizan a partir de las opiniones de expertos reconocidos en un área concreta del conocimiento, cuando se refieren a asuntos fuera de su ámbito profesional, donde se "presupone" que el conocimiento de la persona abarca cuestiones de la más diversa índole por causa de alguna suerte de capacidad sin determinar (esta capacidad o atributo sería ese "halo" al que el sesgo se refiere). Por ejemplo si un físico teórico de reconocido prestigio internacional, incluso premio Nobel, opina sobre asuntos totalmente fuera de su ámbito de competencia tenderemos a valorar mucho más sus opiniones que la de cualquier otro experto aunque su conocimiento fuera del campo de la física teorica sea igual o inferior al nuestro.
¿A quién contratarías? ¿Cuál de los dos te parece más fiable, responsable…?
La misma persona pero con una bata de médico y un estetóscopio colgado del cuello en lugar de unos jeans, una camiseta de tirantes y luciendo numerosos tatuajes, ¿hace que valores más sus opiniones sobre cualquier tema?
En el cuento de Hans Christian Andersen, el vanidoso emperador se deja engañar por el falso prestigio que los embaucadores se habían inventado acerca de su prestigio como expertos sastres de fama mundial. Una vez tragado el anzuelo cualquier opinión de los timadores se consideraba como una verdad incuestionable en relación al traje que le estaban confeccionando.
Tanto sus sirvientes como el pueblo llano temerosos de ser considerados estúpidos no hacen sino amplificar aún más el efecto halo que los pillos habían fabricado, convirtiéndose sin darse cuenta en victimas de uno de los sesgos congnitivos descritos por el psicólogo americano de la Universidad de Columbia, Edward Thorndike.
Finalmente y siguiendo el dicho popular que 'solo los niños y los borrachos dicen la verdad' se descubre el pastel. Unos, los niños, porque todavia no tienen filtros a la hora de decir las cosas y otros, los borrachos, porque los pierden momentanemante mientras les dura la intoxicación etílica.
Solomon Asch fue un psicólogo polaco-estadounidense mundialmente conocido y prestigioso debido a sus trabajos pioneros en psicología social.
Se hizo famoso en la década de 1950 debido a los experimentos que condujo sobre la conformidad, donde se demostró que la presión social sobre las personas puede inducirlas voluntariamente al error.
El referido experimento sobre conformidad fue uno en el cual a los participantes se les mostraba una tarjeta con una línea impresa en ella, seguidamente se les mostraba otra tarjeta en la cual aparecían tres líneas impresas, cada una con una etiqueta diferente (a, b, y c). Se solicitó a cada participante en el experimento que indicara cuál de las líneas etiquetadas coincidía con la línea mostrada en la primera tarjeta. Al principio, el participante se sentía muy confiado, en la medida que daba respuestas correctas junto a los otros participantes. Pero luego, los otros "participantes" (en realidad actores), ubicados en frente del sujeto, empezarían a dar en conjunto una respuesta errónea. Solomon Asch pensaba que la mayoría de las personas no se conformaría con algo obviamente erróneo, pero los resultados mostraron que un alto número de participantes dieron la respuesta incorrecta.
Nos ajustamos a las opiniones del grupo, somos criaturas muy sociables. Nos preocupa lo que la gente a nuestro alrededor piense, no queremos ser mal vistos y nos ajustaremos a lo que dice el grupo incluso si no creemos lo que el grupo está diciendo, aún así nos adherimos a su opinión
El cuento de Hans Christian Andersen, el efecto halo y los experimentos sobre conformidad del psicólogo Solomon Ash me servirán como base teórica para explicar por qué este año uno de mis post ha conseguido 183.770 visitas, 1769 likes y ha sido compartido 103 veces.
Normalmente publico un post al día en Linkedin, de lunes a domingo, y generalmente suele ser a las 7:30 am. La temática siempre se centra en el mundo de la tecnología y la empresa, y siempre compartiendo un enlace a alguna publicación de gran prestigio como The Harvard Business Review, The MIT Technology Review, The Economist, Forbes, Fortune, The Verge, Techcrunch o a alguna entrevista a destacados profesionales en su campo.
Un post normal suele ser visto por entre 3000 y 5000 personas, y genera de 30 a 50 likes y media docena de comentarios.
Un post excepcionalmente bueno suele ser visto por entre 20.000 y 40.000 personas y genera de 200 a 400 likes aproximadamente, pero de pronto hay algún post que rompe todas las métricas anteriores y se sale de las gráficas de forma estratosférica.
Este año 2019 de los aproximados 365 post que he publicado, hay tres que destacan por encima de los demás y de estos tres uno ha destacado muy por encima del resto en todos los indicadores. En esta entrada en mi blog voy a intentar explicar el por qué estos tres post han destacado por encima del resto.
En el tercer puesto se encuentra el post dedicado a la contaminación provocada por el uso de plásticos de un solo uso. El post se titulaba: ''La larga lucha de la industria del plástico para culparte de la contaminación', y en él destacaba que 40 años de neoliberalismo post-Reagan/Thatcher han logrado convencer a millones de personas que los grandes problemas sociales son causados por sus elecciones personales y no por corporaciones voraces que pervierten los procesos regulatorios para salirse con la suya.
Y compartía en vídeo artículo que la reportera y activista Sharon Lerner, publicó en The Intercept sobre el tema, mostrando cómo la contaminación causada por los plásticos de un solo uso fue transformada astutamente y de forma interesada en un problema de negligencia individual de los consumidores y cómo la industria del plástico presiona para que los países no limiten el uso de bolsas de plástico, incluso cuando las propias ciudades tienen que pagar por su recogida y eliminación.
'La larga lucha de la industria del plástico para culparte de la contaminación'.
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En el segundo puesto se encuentra el post dedicado a Greta Thumberg y mostraba dos fotografías de la joven activista sueca tomadas con un solo año de diferencia. La de la izquierda fue tomada a finales de agosto de 2018 en Estocolmo frente al edificio del parlamento sueco cuando la adolescente Greta Thunberg decidió en solitario hacer huelga para crear conciencia sobre el cambio climático. La de la derecha fue tomada en septiembre de 2019 en San Francisco, donde miles de personas (millones en todo el mundo) inspiradas por su liderazgo y determinación salieron a la calle para exigir medidas que reviertan las nefastas consecuencias que el impacto humano provoca sobre el medio ambiente.
El medio que publicó dichas fotografías era el Business Insider.
2 striking photos taken just over a year apart show how Greta Thunberg's climate strike inspired millions
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En el primer puesto y destacado sobre todos los demás se encuentra el post dedicado a las declaraciones que David y José Manuel Muñoz, componentes del grupo musical Estopa dedicaron al 'ascensor social' aprovechando la entrevista que le hicieron para promocionar su último álbum con el que conmemoran su 20º aniversario: 'Nos molesta que nos usen como ejemplo del ascensor social. Lo de Rockefeller, que empezó vendiendo periódicos y acabó siendo el capo son historias que se montan para justificar la sociedad. Ejemplos de un supuesto ascensor social gracias al cual, si te lo curras mucho y eres muy listo, puedes llegar arriba. Cuando yo creo que hay más gente a la que le toca la lotería que beneficiada del ascensor social. Sí, nos molesta que nos usen para eso. Porque nosotros hemos tenido suerte, nos tocó la lotería, no nos creemos nada, no pensamos que seamos mejores que nadie, no queremos ser números uno, ni que nos pongan como ejemplo de que si te lo curras mucho y cierras los ojos y sueñas una cosa muy fuerte, muy fuerte, y ves una estrella fugaz, el sueño se te cumple".
Estopa: "Nos molesta que nos usen como ejemplo del ascensor social". David y Jose Muñoz reaparecen con 'Fuego', el álbum con el que conmemoran su 20º aniversario y que presentarán en diciembre en el Palau Sant Jordi
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¿Por qué? Por qué unas simples declaraciones de dos chicos sin estudios universitarios ni másters, ni doctorados por Harvard, Princenton o el Massachussets Institute of Technology que abandonaron sus estudios de bachillerato para entrar a trabajar en una fábrica que producía piezas de automóvil para SEAT han despertado tanto interés, tantas visitas y tantos likes?
Según Wikipedia, la meritocracia (proveniente del latín merĭtum ‘debida recompensa’, a su vez de mereri ‘ganar, merecer’; y el sufijo -cracia del griego krátos, ‘poder, fuerza’) es una forma de gobierno basada en el mérito (los mejores), y en términos más generales, se refiere a la discriminación positiva por méritos. Las posiciones jerárquicas son conquistadas con base en el mérito, y hay un predominio de valores asociados a la capacidad individual o al espíritu competitivo, tales como, por ejemplo, la excelencia en educación o deportes.
Un modelo meritocrático es un principio o ideal de organización social que tiende a promover a los individuos en los diferentes cuerpos sociales: escuela, universidad, instituciones civiles o militares, mundo del trabajo, administraciones, estado, etc. según su mérito (aptitud, trabajo, esfuerzo, habilidades, inteligencia, virtud) y no según su origen social (sistema de clases), riqueza (reproducción social) o relaciones individuales (sistema de "amiguismo").
La meritocracia es uno de los pilares básicos sobre los que se sustentan las modernas democracias. ¿Quién iba a estar en contra de un modelo social donde tanto en los gobiernos como en las empresas y en el resto de instituciones los puestos de responsabilidad se adjudican en función de los méritos personales en lugar de por enchufismo, herencia, contactos familiares?
En abril de 2009, el profesor de Economía de la Universidad de Cornell, Robert Frank publicó una columna de opinión en 'The New York Times', en la que arrancaba recordando que el papel que la suerte tiene en el éxito es mucho mayor que lo que la gente –especialmente, aquella que suele presumir de haber llegado muy lejos– piensa. “Al contrario de lo que muchos padres dicen a sus hijos, el talento y el trabajo duro no son ni necesarios ni suficientes para el éxito económico”, escribía. “Ayuda ser talentoso y trabajar duro, por supuesto, pero hay gente que disfruta de un éxito espectacular a pesar de no tener ni una cosa ni la otra”. La mayor parte de gente talentosa, en realidad, se esfuerza muchísimo para conseguir un éxito moderado. “Hay miles de ellos por cada persona habilidosa y perseverante que se hace rica, disparidades que emergen de eventos al azar”, señalaba.
La tesis central de su libro es que a la gente que ha tenido éxito le gusta pensar que este se ha debido única y exclusivamente a su esfuerzo y talento, cuando en realidad, no habría sido posible sin una pequeña ración de suerte.
Para el profesor Frank, la ideología de la meritocracia ha causado un gran daño, puesto que afecta a la manera en que las sociedades occidentales en general y la estadounidense en particular se organizan a la hora de enfrentarse a la desigualdad y a adoptar políticas que garanticen la igualdad de oportunidades entre los más favorecidos y los menos. También es una de las bases de la corrupción, ya que minimiza la conciencia de los más ricos de que los impuestos y las reformas políticas son necesarias para “apoyar la inversión necesaria para mantener un buen entorno”.
Una tesis que comparte otro de los libros reseñados en el rotativo financiero, 'Social Class in the 21st Century', editado por un grupo de investigadores de la London School of Economics capitaneados por Mike Savage. Esta vez desde una perspectiva británica, el autor señala que las clases sociales se han distanciado gracias al discurso de la meritocracia. Savage es recordado por haber sido el creador de las siete clases sociales que dieron mucho que hablar hace unos años: la élite, la clase media establecida, la clase media técnica, los nuevos trabajadores prósperos, la clase trabajadora tradicional, los trabajadores del sector servicios emergentes y el precariado.
Algunos de los últimos libros que acaban de publicarse vuelven a tocar un punto sensible para aquellos que han tenido éxito. El talento y el esfuerzo no son imprescindibles para triunfar, hay otros factores como la suerte, la riqueza y los contactos familiares.
'Sal de tu zona de confort', 'no esperes a que las cosas cambien, cámbialas tu mismo', 'lo hizo porque no sabia que era imposible'.
¿Posee el emprendedor un gen mutante que le predispone a tomar riesgos y salir de su zona de confort?
La periodista Allison Joyce publicó en 2015 en Quartz un artículo titulado, 'Entrepreneurs don’t have a special gene for risk—they come from families with money', en el que recoge una serie de estudios llevados a cabo por diversos economistas y profesores de las más prestigiosas instituciones donde examinaron qué tipo de personas asumían más riesgos a la hora de financiarse en el mercado de valores y descubrieron que eran los factores ambientales (no genéticos) los que determinaban la propensión a tomar riesgos, disipando el mito de la existencia del "gen del emprendedor". Es decir, aquellos que tenían una familia adinerada respaldándoles y mucho tiempo libre para dedicar a la creatividad en lugar de trabajar para pagar facturas eran los que estadisticamente tenían mayor probabilidad de triunfar como emprendedores.
El artículo pone como ejemplo a Tory Burch, una exitosa diseñadora de moda, empresaria y filántropa estadounidense, ganadora de diversos premios en su sector. Es la CEO y diseñadora de Tory Burch LLC y desde 2015 aparece en la revista Forbes en el puesto 73 de la lista de las mujeres más poderosas el mundo. Su biografía añade que: 'Su padre era un rico inversionista que había heredado una gran fortuna. Burch asistió a la Escuela Irwin Agnes en Rosemont, Pennsylvania, donde practicaba equitación, fue capitana del equipo de tenis y amiga de la diseñadora de joyas Kara Ross. Su primer trabajo fue en Benetton en el King of Prussia Mall. También asistió a la Universidad de Pennsylvania, donde fue miembro de la fraternidad Kappa Alpha Theta y se graduó en historia del arte'.
'Un niño nacido hoy en una familia que se encuentre en el 10% con menos ingresos probablemente no alcanzará a lo largo de su vida la media de ingresos de los hogares españoles. Ni él, ni sus hijos, ni sus nietos, ni sus bisnietos, pero sí sus tataranietos. Esa es una de las revelaciones más elocuentes del último informe sobre movilidad social publicado por la OCDE, 'A Broken Social Elevator? How to Promote Social Mobility'.
Lo que las más de 300 páginas del informe muestran una y otra vez es que el ascensor social que había funcionado más o menos bien durante las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial se ha averiado. Al menos, hacia arriba: el informe recuerda que “los niños nacidos en los escalones inferiores por su nivel de ingresos tienen menos oportunidades de ascender y mejorar su estatus que sus padres y generaciones anteriores”. En otras palabras, se han quedado atascados en los pisos de abajo, o mejor dicho, “pegados”. El caso de España es particular: no solo hay un “suelo pegajoso” que impide el ascenso a los más pobres, sino un “techo pegajoso” que impide que las clases altas se despeñen en la escalera social.
Si no has logrado triunfar laboral o socialmente es porque no te has esforzado lo suficiente, porque eres un vago. El hecho que los hijos de familias adineradas puedan estudiar en elitistas colegios y universidades privadas, pagarse caras estancias en el extranjero aprendiendo idiomas y cursando másters que pueden costar lo mismo que una casa sin tener que perder el tiempo trabajando para pagarse los estudios son detalles sin importancia.
Pero no son solo los Estopa los que consideran que 'les tocó la lotería' y que es ridículo ponerlos como ejemplo de inexistente ascensor social que se supone que serviría de nivelador social ayudando a las clases más desfavorecidas para que con esfuerzo, estudio y talento puedan llegar donde se lo propongan.
Cixin Liu es un escritor chino ganador en nueve ediciones del premio Galaxy y una vez de premio Nébula, considerado el óscar de la ciencia ficción. Saltó mundialmente a la fama con su 'Triologia de los tres cuerpos' cuyo primer volumen le valió el premio Hugo a la mejor novela en 2015. Antes de ganar fama como escritor, trabajaba como ingeniero en una central eléctrica en Yangquan, provincia de Shanxi.
En una entrevista concedida al diario La Vanguardia comentaba que: “Muchas personas se esfuerzan y fracasan; el éxito es suerte”. "De hecho he ganado el premio Hugo porque muchas novelas se retiraron. Lo que no trago es que la gente que ha alcanzado el éxito dé conferencias sobre cómo conquistarlo. Obvian que hay muchísimas personas que se han esforzado igual o más que ellas y han fracasado. Es una realidad cruda y cruel que nunca se explica a los niños. No se puede ir por la vida enseñando el secreto del éxito porque es cuestión sobre todo de suerte. Somos fruto de las circunstancias".
Según el diario Financial Times, Jeff Bezos habría visto en la obra de Liu un nuevo filón para producir una serie que supere el éxito de Juego de Tronos. El diario británico apunta que Amazon Studios estaría dispuesta a desembolsar 1.000 millones de dólares (unos 800 millones de euros) por los derechos de la trilogía de los Tres Cuerpos.
Otro ejemplo lo tenemos en el emprendedor Eduardo Manchón, primer español que vendió su startup (panoramio) a Google. Para él, la suerte ha jugado un factor primordial en su éxito. Y esa suerte, en el caso de muchos otros triunfadores, puede proceder de su clase social, el colegio al que hayan ido, los contactos o el dinero que tenga su familia.
-'Por mucho que te esfuerces, no todo se alinea para conseguir tus objetivos. Tener éxito no depende casi nada de ti, y en la parte que sí depende de ti no todo se resuelve con más trabajo, sino con más eficiencia o haciendo la cosa correcta. He visto a gente que se ha esforzado muchísimo sin conseguir su objetivo y a otra a la que, trabajando muy poco, le ha ido muy bien, ya sea porque tiene talento, porque ha tenido mucha suerte o porque se le han alineado los planetas'.
-'Cuando tienes una familia con dinero, con negocios exitosos, que te lleva a un colegio cuyos compañeros serán gente bien relacionada... será más fácil, mucha gente que tiene éxito viene de esos círculos. Y algunos son totalmente humildes y entienden el rol que han jugado sus derechos de nacimiento, pero la mayoría tienden a mantener la narrativa de la cultura del esfuerzo porque es lo que les han dicho siempre. Y pueden pensar 'Somos más inteligentes porque hemos sabido lo que hay que hacer', pero la realidad es que, si vienes de un familia así, esa familia te va a ayudar a ser más capaz que la de un albañil. Al final es una profecía autocumplida'.
El primer español que vendió una empresa a Google: "La cultura del esfuerzo es mentira"
Hoy en día estamos habituados a que los medios de comunicación tengan unas lineas editoriales ideologicamente muy marcadas, de forma que se comportan más como lobbies y activistas a favor de sus causas que como medios de información imparciales. Hay lobbies de izquierdas, de derechas, de centro y en general a favor o en contra de cualquier causa mientras tengan un incentivo económico que defender y dinero para llevar a cabo las campañas.
La mayoría de lobbies pagan a personajes conocidos del ámbito político, empresarial o artístico que han logrado notoriedad en sus respectivos campos y por tanto están dotados de un halo que hace que no nos paremos a cuestionar sus afirmaciones a pesar de no tener formación en dicho campo. En este caso en concreto el lobbie neoliberal encargado de hacerte creer que son tus decisiones individuales las únicas responsables de tu situación laboral y personal hacen que te culpabilices pensando que no te has esforzado lo suficiente mientras ellos pueden dedicarse a mantener la farsa de que su éxito es consecuencia de su esfuerzo y talento y no consecuencia de la herencia y privilegios familiares.
La introducción del post hablando del cuento de Hans Christian Andersen, del efecto halo y de los estudios de conformidad social de Solomon Ash más los estudios de destacados académicos que he presentado en relación a la meritocracia, los he hecho servir como marco teórico para explicar por que las declaraciones de los cantantes del grupo Estopa han generado tanta expectación.
Simplemente se han comportado como el niño del cuento y han dicho alto y claro que El emperador está desnudo !!
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