'Soy afortunado de haber trabajado siempre para mí mismo, y por tanto nunca he sido víctima de los códigos de vestimenta corporativos'
(Richard Branson)
Nada inusual, excepto por una
cosa que me hizo reír a carcajadas: sus corbatas escolares idénticas. O más
exactamente, lo que quedaba de ellas. Más de la mitad de los niños habían
cortado sus corbatas de forma que sólo conservaban unos pocos centímetros por
debajo del nudo. Intrigado,
le pregunté al profesor que estaba en la retaguardia, “¿Qué pasó con
las corbatas?”
Él se rió y dijo: “Bueno, los
chicos odian usarlas, pero las reglas de la escuela dicen que lo deben hacer.
Lo que las normas no especifican, sin embargo, es el largo que la corbata debe
tener – así que, ¡nada que hacer!”
La semana del 22 al 25 de febrero de 2016 tuve la oportunidad de asistir al Mobile Word Congress que se celebró en Barcelona, (seguramente uno de los eventos mundiales donde más trajes y corbatas se reúnen por metro cuadrado), considerada como una de las ferias de tecnología más importantes del mundo, ha pasado de ser un acontecimiento para presentar los nuevos terminales móviles a un escaparate mundial para que cualquier empresa puntera pueda mostrar sus productos como quedó demostrado en esta edición donde la Realidad Virtual, el Big Data, el Internet de las cosas y los coches conectados tuvieron un papel principal.
Recuerdo haber leído en varias webs y blogs especializados en tecnología comentarios en relación a la falta de formación técnica avanzada de los asistentes cuando les pedían información especifica sobre sus productos para poder evaluarlos y analizarlos para sus respectivos medios, ya que es una feria enfocada a los CEO's y directivos del sector para hacer negocios, es decir tiene un carácter 'business oriented'.
Control de acceso al Mobile World Congress de Barcelona 2016
Lo más paradójico respecto al dress code del evento es que el gran protagonista de este año, la estrella invitada, el modelo a seguir, el gran triunfador del sector tecnológico, el que marca la pauta a muchas empresas del sector fue Mark Zuckerberg paseando entre los trajeados asistentes ansiosos de recibir una lección del maestro con su habitual camiseta gris, jeans y deportivas.
Mientras los cientos de asistentes a la presentación de las Samsumg Gear VR vestian el uniforme corporativo, Mark Zuckerberg se paseaba con su habitual casual style.
Este contraste tan sorprendente no pasó desapercibido para muchos medios de comunicación, en concreto el diario La Vanguardia, publicó un artículo haciendo referencia a diversos estudios llevados a cabo por universidades y medios especializados analizando el tipo de vestimenta y su relación con el estilo de liderazgo y la imagen que proyectaba entre estudiantes, buscadores de empleo, trabajadores y sociedad en general.
En concreto destaca el estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores del departamento de Gestión y Organización de la Universidad de Ámsterdam donde se enseñaron a los participantes diversas fotografías de personas con diferentes vestimentas para que las relacionaran con diferentes valores y atributos. El resultado fue que la confianza en las transformaciones que traerá el futuro están depositadas en los que ahora tienen entre 18 y 35 años, es decir los archiconocidos como Millennials con su estética casual e informal mientras que a los mayores con sus trajes y corbatas se les suele apartar de esta responsabilidad y se les asocia con la estabilidad.
Es decir, la percepción (sea errónea o no) que tenemos hoy en día respecto a la vestimenta se puede resumir diciendo que los trajes y corbatas están reservados para, 'los de finanzas', 'los de contabilidad', los de 'trabajos relacionados con la gestión y dirección de empresas' que tienen 'la creación de valor para el accionista' o 'el aumento de los beneficios de la cuenta de resultados' como meta fundamental, mientras que la disrupción tecnológica, la creatividad, las ganas de cambiar el mundo, de innovar, de hackear lo que sociológicamente se denomina 'el mundo dado por descontado' y promover los grandes cambios de paradigma de nuestra época son los que de entrada no aceptan un orden continuista orientado a mantener el status quo, comenzando por la indumentaria tradicional.
Imagen de la película 'El Becario'. Robert de Niro, el senior de 70 años jubilado que, tras pasar 40 años trabajando en un banco, entra en un programa de becarios para trabajar en una startup de tendencias de moda y venta online formada por millennials.
Llegados a este punto la pregunta del millón es: entonces ¿qué vestuario elegimos para ir a una entrevista de trabajo?
Cuando eres un licenciado laboralmente virgen y sales de la universidad dispuesto a entrar en 'el mundo real', llevas en tu cabeza una serie de ideas preconcebidas sobre como funciona el mercado laboral. Una de ellas es que si eres el que más trabaja, el que más se esfuerza, el que más se implica y el que más méritos hace te servirá para progresar laboralmente. Con el tiempo descubres que si eres muy competente te asignarán el doble o triple de trabajo que a tus compañeros, por que tú puedes, pero te pagarán lo mismo. (Eleconomista 18-05-2016).
Otra idea preconcebida es que tras haber pasado tantos años estudiando y esforzándote por tener una licenciatura universitaria, un máster, cursos de idiomas etc. con el consiguiente coste de oportunidad que conlleva en términos, por ejemplo, del dinero que podrías haber ganado trabajado, 'las empresas te deben algo'. Crees que a esa inversión se le tiene que sacar un rendimiento en términos de un buen trabajo con un buen sueldo que compense dicho esfuerzo y que las empresas son las organizaciones que tienen como misión compensarte. Pero ninguna empresa tiene como misión ayudarte a realizar tus sueños, por tanto cuando eliges la opción de ser asalariado y trabajar para un tercero lo que tienes que hacer, y para eso sirve una entrevista de trabajo, es analizar si 'estás alineado' con la estrategia de la empresa a la que te presentas como candidato.
Si te presentas a lo que la la profesora Lauren A. Rivera, socióloga y consultora de empresas de la Kellogg School of Management (Northwestern University) califica de 'la santísima trinidad de los trabajos de traje y corbata', es decir, las grandes consultoras, los principales bancos de inversión y los más prestigiosos despachos de abogados, sobra decir que tienes que ir vestido de la forma más conservadora posible. La razón es simple, dichas organizaciones tienen como clientes a personas cuya principal misión es preservar y aumentar grandes patrimonios y por tanto huyen de las disrupciones que puedan alterar su status quo y buscan empleados que transmitan esa imagen y estén acostumbrados a desenvolverse en ese tipo de ambientes elitistas y conservadores.
Por tanto, en la investigación que hay que llevar a cabo sobre la empresa a la cual nos presentamos como candidatos el dress code es un punto esencial, de hecho yo no he tenido ningún reparo en preguntar cuando me han citado telefónicamente por el código de vestimenta habitual de la compañía para 'alinearme con él o no'. Eres tú el que tienes que encajar en una cultura empresarial, adaptarse a las normas establecidas y cumplir con los protocolos existentes, sino, busca otra empresa que creas que se adecua mejor a tu estilo o hazte emprendedor de éxito como Richard Branson.
Por el contrario empresas como Apple, Tesla, Google, Facebook, Amazon etc que valoran por encima de todo la creatividad, la innovación, los cambios de paradigma y la disrupción, reflejan dicha filosofía en su inexistente dress code.
Pero sin duda la mejor alternativa, la reina de las alternativas, la alternativa más eficaz es el hackeo tipo youtuber. Una de las mejores pero sólo al alcance de unos pocos maestros con perfil Pro, tipo Chema Alonso, que no solamente poseen conocimientos técnicos de su especialidad sino grandes habilidades comunicativas para llegar a la audiencia. Muchos artistas, conferenciantes y profesionales de cualquier sector, hoy reconocidos, en lugar de utilizar el camino habitual y tantas veces trillado, deciden actuar de manera diferente, puenteando al intermediario (léase contratador, empresario, empleador) y dirigirse directamente al público objetivo creándose una potente marca personal dotada de unos atributos diferenciales propios que hace que se invierta el proceso de selección y sean los empresarios los que busquen al candidato que de esta manera posee una superior ventaja competitiva a la hora de negociar las condiciones contractuales ya que aporta lo que análogamente se llamaría en contabilidad un 'fondo de comercio' es decir un intangible formado por una buena imagen y una clientela fiel que ha sabido crear ofreciendo un servicio excelente a través de su marca personal.
Son los destinados a crear tendencias, son los valientes que se atreven a hacer las cosas de forma diferente, son los disruptores que propician el cambio de paradigma y crean una legión de imitadores una vez abierto el camino.
Respecto al mundo de la tecnología, si hay algo que define este sector que marca el paso de nuestra era es la disrupción, el think out of the box, el haz las cosas diferentes, el hackea el sistema, es decir hablamos de creatividad en estado puro y todos sabemos que la creatividad no se puede medir por horas/culo sentado en una silla y por tanto muchos reclutadores asumen que los informáticos, los diseñadores, los creadores de tendencias, los programadores y los de IT Crowd en general se mueven en 'otra dimensión' y tienen manga ancha con el dress code que exigen.
The Big Bang Theory, una de las series de mayor éxito a nivel mundial.
También hay que destacar el postureo que muchas empresas, y políticos, conocedores de los valores que transmite el vestuario, realizan quitándose y poniéndose la corbata de forma estratégica dependiendo de a quien se estén dirigiendo para proyectar de forma interesada una imagen u otra en función de su target. Suele ser habitual ver en ruedas de prensa a muchos directivos descorbatados, por ejemplo en la presentación de aplicaciones tipo Fintech, porque saben que son los millennials los que van a usarlas, para a continuación volvérselas a poner una vez acabado el evento.
Pregunta
En una época donde la palabra talento se menciona en 9 de cada 10 artículos relacionados con el futuro y supervivencia de las empresas, donde el reclutador se ha convertido pomposamente en senior talent acquisition advisor, si como seleccionador recibes dos CV idénticos, de dos profesionales con la misma titulación cuya única diferencia es su imagen, ¿descartarías automáticamente uno de ellos basándote en caducos, arcaicos y conservadores prejuicios estéticos y de vestimenta arriesgándote a perder al candidato más brillante, descapitalizando tu empresa de talento y haciendo que pierda ventaja competitiva? It's up to you!.
Foto cortesía de Chema Alonso, Ingeniero informático y de sistemas y PhD en seguridad informática. Recientemente nombrado Responsable de la división de Big Data de Telefónica. Gracias por autorizarme a publicarla ;-)
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