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sábado, 4 de mayo de 2024

¿Cómo puedo ascender en mi empresa?

 ¿Cómo puedo ascender en mi empresa?

Seguro que te has hecho esta pregunta muchas veces, ¿verdad plebeyo?
Pues hoy vamos a desvelar de una vez por todas lo que tienes que hacer para progresar laboralmente. Toma nota fu****g panza mileurista.

Te vamos a revelar el secreto que durante siglos ha sido celosamente custodiado por los cofrades de "La Hermandad de los Coaches Cuánticos de los Santos Neoliberales de los Últimos Días" y que por fin el cofrade mayor Amadeo Lladós ha tenido a bien compartir con nosotros, los pobres mortales, para guiarnos por la senda de la meritocracia, de la cultura del esfuerzo y del ascensor social para que veamos que el trabajo duro tiene su recompensa y que hay luz al final del túnel.
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Hasta ahora todos los coaches motivacionales a los que estábamos acostumbrados, eran de la vieja y obsoleta escuela de la "Positividad Tóxica", la de 'pídeselo al Universo', 'quien quiere hacer algo encuentra un medio; quien no quiere hacer nada, encuentra una excusa', 'la actitud es una elección. Tú eliges cómo te enfrentas a la vida', 'la clave está en tener siempre una actitud positiva', etc. Las típicas frases de las tazas de Mr. Wonderful.

Ahora por fin se inicia una nueva era cuántica en la que por sólo unos pocos miles de euros podrás adquirir el mindset necesario para ser millonario.
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Sorprende a tu jefe mañana lunes mismo diciéndole que vas a trabajar todas las horas gratis que hagan falta sin remunerar y luego nos cuentas qué tal te ha ido.
P.D. No te olvides levantarte a las 5.00 a.m para hacer media horita de burpees por aquello del mindset ganador.

Esta es la versión "Parking de Discoteca Poligonera" que nos hace mucha gracia, pero es sólo la punta del iceberg. La versión peligrosa es la de nivel "Executive", la de los coaches, consultores, conferenciantes y "expertos" de todo pelaje que se dedican a distraer y confundir a los trabajadores vendiéndoles la idea de que la culpa de su estrés, de su burn-out, de sus problemas de salud mental y de su consumo de ansiolíticos, no está provocado por sus jornadas maratonianas, por sus bajos salarios y por una cultura laboral tóxica que considera al empleado como un recurso a explotar y su sueldo como un gasto a minimizar, sino que la culpa es íntegramente suya por no saber afrontar los retos que se le presentan y para ello les proponen que adopten "una actitud positiva", unas clases de yoga y una sesiones de mindfulness, en lugar de animarlos a luchar por sus derechos.