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domingo, 30 de agosto de 2015

El mito del emprendedor

Mito: Historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad.


Cada cierto tiempo en el mundo de la empresa se pone de moda alguna palabra que se suele repetir hasta la saciedad en todo tipo de artículos de actualidad, webs de consultoras, seminarios de empresa y revistas de economía (si es un anglicismo mucho mejor, es más pedante y parece que se sabe de lo que se habla). Alguna de las que me vienen a la memoria son: 'downshifting', que viene a ser algo así como cambiar el estresante mundo empresarial por otro que permita equilibrar ocio y trabajo centrándose en la realización personal en lugar del consumismo y el éxito económico, o las siglas RSC (Responsabilidad Social Corporativa) es decir, hacer ver que nos interesa el medio ambiente cuando en la mayoría de casos no pasa de un puro postureo de cara a la galería.

Últimamente está muy de moda decir que procrastinas cuando no tienes ganas de hacer algo por no hablar de la omnipresente zona de confort, de quedar con los compañeros para un afterwork o del ya desgastado coaching hasta para aprender a atarte los cordones de los zapatos, en lugar del mentor de toda la vidapero si hay una palabra que esta crisis nos ha traído como estrella invitada es la de 'emprendedor'.

Con el brutal cambio de paradigma que ha experimentado el mercado laboral, con la crisís mundial y la robotización y sustitución de mano de obra humana por mano de obra robótica y por algoritmos matemáticos y con la imposibilidad de los gobiernos de crear empleo se ha lanzando la pelota al tejado del trabajador, esperando que sea él quien asuma la responsabilidad de crearse su propio empleo, un empleo 2.0, disruptivo, transgresor, basado en las nuevas tecnologías. Comienza así el mito del emprendedor salva patrias.



Las revistas de economía y webs de empresa suelen representar a los 'emprendedores' como jóvenes sonrientes trazando complejos diagramas de lo que se supone son audaces y disruptivos planes de empresa. Osea modelos de agencia y garabatos sin sentido. Corbatas totalmente prohibidas por supuesto, al menos de cara al público para dar una imagen 'fresca, desenfada, rabiosamente juvenil 2.0', (¿postureo de cara a atraer un público joven o valores de empresa reales?).

1.- Comenzamos enviando unas cuantas ideas fuerza al inconsciente del ciudadano: 'si estás en paro es porque quieres', 'nadie te debe un trabajo', 'no seas vago, ser funcionario o trabajador por cuenta ajena está obsoleto, ya no es nada cool', 'se acabó el trabajo para toda la vida, ahora todo va por proyectos'. 2.- Continuamos con una política gubernamental de subvención de eventos, talleres y seminarios donde se promociona y se explica que no hay más remedio que emprender para salir de la crisis,  3.- Acabamos creando todo un ecosistema de empresas dedicadas a vender servicios de asesoría, cursos de formación, coaching para emprendedores etc. (Volvemos una vez más  a la fiebre del oro de California: hay más vendedores de picos y palas haciendo negocio y vendiendo servicios a los que quieren ser emprendedores que emprendedores ganando dinero con sus negocios). 

A partir de este punto el tema ya se desmadra, se comienzan a poner ejemplos de emprendedores tipo Mark Zuckerberg (Facebook), Steve Jobs (Apple), Richard Brandson (Virgin), Brian Chesky (Airbnb), Travis Kalanick (Uber)... es decir se toma como referencia a un grupo que no es estadísticamente representativo ni de lejos de un 'emprendedor medio' y de forma totalmente descontextualizada y alejados del ecosistema, entorno y circunstancias de donde surgieron se quieren tomar como referentes a seguir en otros países con culturas y hábitos diferentes. Precisamente si se toman como referencia es por ser únicos, irrepetibles y no extrapolables. (Seguro que la probabilidad de que te toque la lotería es mayor que la de convertirse en un emprendedor de éxito pero haciendo rigurosos y realistas análisis estadísticos no podríamos crear mitos ni tener dioses a los que admirar).



¿Por qué Facebook ha tenido tanto éxito si ya existían redes sociales como Friendster, Hi5 o Myspace? ¿Tenia en mente en sus inicios Mark Zuckenberg crear una nueva red social o sólo acceder a las elitistas fraternidades de Harvard y ser popular entre las chicas? ¿La idea fue enteramente suya o 'prestada' de los gemelos Winklevoss? ¿Los grandes descubrimientos de la historia son resultado de estrategias perfectamente planificadas o producto de pura serendipia?

Lo mismo pasa con el mundo de las aplicaciones para smartphones, cualquier artículo de empresa escoge sólo las 'killer applications' tipo apalabrados, angry birds, candy crush, snapchat.... las más exitosas que han conseguido millones de descargas y han hecho millonarios a sus creadores enviando un mensaje equivoco de que se puede ganar dinero fácilmente haciéndose programador de apps, cuando la realidad es que menos del 0,01% de las aplicaciones que se lanzan al mercado tienen esperanza de ser rentables.

(Anécdota: parece increíble pero he leído muchas experiencias de estudiantes que eligen por ejemplo la carrera de arqueología motivados por las películas de Indiana Jones, pensando que sus vidas serán tan apasionantes como las del personaje del cine, o informáticos que decidieron estudiar ingeniera al quedar fascinados por la película de culto 'Juegos de Guerra' de 1983, donde un adolescente accede el sistema de defensa de EEUU y pone en jaque la seguridad mundial y de paso se liga a la chica. Por no hablar de las vocaciones médicas que nacen al albor de House, Hospital Central, Anatomia de Grey, Urgencias (cuando te das cuenta que no tendrás de compañero pediatra a George Clooney ni como jefa de enfermeras a Julianna Margulies has pasado 6 años de carrera y 4 de MIR) y las hornadas de licenciados en derecho debido al éxito de series como Perry Mason, Ally McBeal, The Good Wife, La Ley de los Ángeles o la gran demanda de estudios de criminología debido a CSI, Mentes Criminales o Bones.)

También me sorprende ver constantemente que la red social profesional por excelencia como es Linkedin esté plagada de mensajes flower-power, de frases de ánimo para emprendedores que serian más adecuadas postear en facebook (o para forrar las carpetas de estudiantes de secundaria) que de una red que es considerada como el punto de encuentro de profesionales liberales, empresas de selección, empresarios, head hunters etc. Sería mucho más provechoso explicar casos concretos y realistas sobre como acceder a fuentes de financiación, cómo realizar análisis DAFO, sistemas de evaluación de inversiones tipo VAN y TRI o cómo realizar estudios de mercado para analizar demandas no satisfechas e identificar público objetivo.


#followyourdreams es uno de esos hashtags que suelen aparecer para animar a dejar tu empleo y hacerte emprendedor.

Si alguien quiere leer un buen libro que anime/desanime a emprender, un libro realista para hacer un análisis riguroso e introspectivo de las propias debilidades y fortalezas, para que luego a posteriori nadie pueda decir que le animaron a emprender a base de vacías e insustanciales palabras de ánimo y que se dejó deslumbrar por los cantos de sirena de la prensa económica sensacionalista, hay un libro, EL LIBRO, que todo aspirante a emprendedor debería leer:

El libro negro del emprendedor del profesor Fernando Trías de Bes. Citándolo textualmente: "¿Por qué el 99,98% de la literatura de gestión se dedica a analizar éxitos cuando sólo el 5% de los emprendedores logra pasar del quinto año de aventura empresarial?"

Otro buen libro de lectura obligatoria antes de emprender una aventura como emprendendor/autónomo es el de Raúl Tristán: Emprendedores! El virus de la ingenuidad'. Citando textualmente a su autor: 'El 95% de lo que te cuenten sobre los emprendedores es mentira podrida'.

¿Existe una burbuja del emprendimiento en España? Raúl Tristán, experto en gestión, liderazgo y comunicación, lo tiene claro: sí.

La literatura creada ad hoc alrededor del nuevo emprendedor también ha creado un término muy 'cool' que denominan 'el ADN del emprendedor', algo que tienes o no tienes y que por lo visto es determinante para lanzarte a la aventura empresarial y dejar tu zona de confort. De hecho en economía de la empresa hace muchos años que se utiliza una terminología más científica para establecer los perfiles de las personas frente al riesgo: 'propenso, neutral y adverso',  pero está claro que para la literatura económica de consumo de masas y el fantasioso imaginario de lo que significa montar una empresa es mucho mas atractivo el termino ADN.




Pero la puntilla definitiva que nos hace caer al todo-poderoso-emprendedor-salva-patrias del pedestal donde la mitología empresarial quería situarlo es el artículo publicado por la periodista Allison Joyce, 'Entrepreneurs don’t have a special gene for risk—they come from families with money', en el que recoge una serie de estudios llevados a cabo por diversos economistas y profesores de las más prestigiosas instituciones donde examinaron qué tipo de personas asumían más riesgos  a la hora de financiarse en el mercado de valores y descubrieron que eran los factores ambientales (no genéticos) los que determinaban la propensión a tomar riesgos, disipando el mito de la existencia del "gen del emprendedor". Es decir, aquellos que tenían una familia adinerada respaldándoles y mucho tiempo libre para dedicar a la creatividad en lugar de trabajar para pagar facturas eran los que estadisticamente tenían mayor probabilidad de triunfar como emprendedores.



Tory Burch, CEO de Tory Burch LLC


El artículo pone como ejemplo a Tory Burch, una exitosa diseñadora de moda, empresaria y filántropa estadounidense, ganadora de diversos premios en su sector. Es la CEO y diseñadora de Tory Burch LLC y desde 2015 aparece en la revista Forbes en el puesto 73 de la lista de las mujeres más poderosas el mundo. Su biografía añade que: 'Su padre era un rico inversionista que había heredado una gran fortuna. Burch asistió a la Escuela Irwin Agnes en Rosemont, Pennsylvania, donde practicaba equitación, fue capitana del equipo de tenis y amiga de la diseñadora de joyas Kara Ross. Su primer trabajo fue en Benetton en el King of Prussia Mall. También asistió a la Universidad de Pennsylvania, donde fue miembro de la fraternidad Kappa Alpha Theta y se graduó en historia del arte'.

Y si nos situamos en la realidad concreta de nuestro país podemos leer el artículo de Jesús Conde: 'La ‘quimera’ del emprendimiento fracasa: hasta el 70% de los autónomos desaparecen al cabo de dos años'. 

Conclusión: El mito se llama mito porque no es real, es una construcción fantástica que cada sociedad crea para dar consistencia a su precaria realidad exagerando y magnificando sus rasgos característicos y dotándolos de un vocabulario propio hasta un nivel tan irreal que no soportan un riguroso estudio académico.
Todos tenemos alguna habilidad en la que destacamos, ya sea programando aplicaciones para smartphones, haciendo encaje de bolillos, pintando cuadros o diseñando zapatos. Si no tenemos necesidad de trabajar para pagar facturas, si podemos dedicar todo nuestro tiempo a desarrollar nuestra creatividad, si desde pequeños hemos tenido acceso a través de los contactos familiares a empresarios, artistas e intelectuales de primera linea, si hemos podido asistir a las más prestigiosas y elitistas universidades del mundo, si nos hemos retroalimentado con personas semejantes, si tenemos fácil acceso a fuentes de financiación familiares y por tanto fracasar perdiendo mucho dinero no es ningún problema, entonces es mucho más probable que tengamos éxito en nuestro campo y nos arriesguemos a emprender que si tenemos que mirar con lupa los céntimos de la factura del teléfono, hipotecar el piso para poder crear un negocio propio y ser creativos al llegar a casa por la noche después de una dura jornada de trabajo.