"Quit-Tok": Los trabajadores jóvenes se niegan a dejar su trabajo en silencio.
(Fuente: Financial Times - Josh Gabert-Doyon and Daniel Thomas)
Tradicionalmente a los baby boomers, a la generación X y a los millennials se nos explicaba que había una regla sagrada que bajo ninguna circunstancia se podía romper: "nunca hables mal de tu antiguo trabajo, de tus jefes o de tus compañeros no importa lo mal que te lo hayan hecho pasar".
Tal como comenté en un post anterior, las entrevistas de trabajo son ocasiones expresamente diseñadas para mentir tanto por parte del empleador como por parte del candidato. Si preguntas por el ambiente laboral te dirán que es un remanso de paz, una balsa de aceite, que reina la armonía entre compañeros y jefes y que tendrás amplias posibilidades de crecer y desarrollarte profesionalmente. Por su parte el candidato exagerará sus logros en anteriores posiciones y explicará que es muy trabajador y comprometido, que sabe trabajar en equipo y que ser muy detallista e involucrarse mucho en sus tareas es a la vez su mayor virtud y su mayor defecto.
Dado que una entrevista laboral es una especie de obra teatral y todos vamos a interpretar nuestro papel, lo importante es que conozcas las reglas y que "mientas" de forma adecuada para proyectar la imagen de que estás correctamente socializado y si finalmente eres contratado sabrás interpretar correctamente tu papel en la obra.
Un ejecutivo de Deloitte que ha contratado a cientos de empleados, explica en Business Insider las claves para detectar a un buen empleado en una entrevista: "Si quieres estar en mi equipo, necesito que resuelvas cosas, no que culpes a otras personas".
El caso es que la generación Z ha roto esta regla sagrada y es habitual que acudan a TikTok para desahogarse explicando cómo y por qué los han despedido. La tendencia se denomina “Quit-Tok”, un juego de palabras que mezcla 'quit' y 'tiktok'.
"Es una forma de denunciar lo que los empleados consideran malas condiciones de trabajo o malos tratos por parte de los jefes. Los trabajadores que realizan estos vídeos suelen grabarse a sí mismos en videollamadas con sus jefes al otro lado que no saben que están siendo grabados. Otros tienen lugar dentro del mismo lugar de trabajo".
"Es una manera de mostrar "autenticidad" y poner de manifiesto que ya no existe miedo a las jerarquías ni existe vinculación a un proyecto laboral a largo plazo que no les va a permitir siquiera independizarse. ¿Por qué entonces normalizar los malos tratos?
La tendencia, concluye el artículo, ha obligado a algunas empresas a mejorar la comunicación y la forma con la que realizan los despidos para garantizar que los trabajadores reciben un trato humano, aunque sólo sea por no sufrir boicots y crisis de reputación.
